Nos quejamos, constantemente, de todo o casi todo. Nos molesta la falta de seguridad, la contaminación del aire, del agua, los problemas climáticos, la falta de respeto hacia el medio ambiente, hacia el prójimo, etc.
Sin embargo, pocas veces nos preguntamos quién es responsable de que el mundo esté como está.
La respuesta es muy simple: somos nosotros
mismos los que hemos construido la actual realidad, los que maltratamos nuestro
propio hábitat, los que no respetamos los derechos de los demás, los que vamos
supervalorando la individualidad en detrimento de la colectividad a la que
pertenecemos, los que nos preocupamos por darles bienes materiales a nuestros
hijos en lugar de inculcarles valores. Unos más, otros menos, unos
inconscientemente, otros a sabiendas de las consecuencias de las propias
acciones.
Si realmente pretendemos modificar esta
realidad, lo primero es asumir nuestra cuota de responsabilidad y decidir qué
actitudes vamos a tomar para lograrlo.
De la misma manera que le hemos hecho tanto daño a nuestro mundo, tenemos que encontrar los remedios y los tratamientos para curarlo y debemos hacerlo.
¿Cómo?
* Podemos empezar con actitudes sencillas, como
cuidar los espacios públicos no deteriorando los bienes de uso común, no
tirando basura en el piso ni dañando plantas o árboles.
* Con respecto a la preservación del medio
ambiente es posible asumir varias otras actitudes positivas, por ejemplo no
malgastar el agua ni la energía eléctrica, reciclar o sustituir el transporte
público por la bicicleta, que al mismo tiempo se transformará en un hábito
saludable para nosotros mismos.
* Siendo voluntarios o haciendo donaciones a
instituciones benéficas, con lo que ayudaremos a quienes más lo
necesitan.
* Y, algo muy importante, actuando y
enseñándoles a nuestros hijos a actuar con respeto hacia los demás, siendo
amables, tolerantes, solidarios y serviciales.
Si cada uno de nosotros se propone colaborar con
un pequeño grano de arena para modificar la realidad actual, entre todos,
seguro que lo vamos a conseguir. Tomemos conciencia de que el futuro lo
modelamos nosotros, día a día, y pongamos manos a la obra. ¡A por el mundo que
queremos!
Texto retirado da plataforma CNA Net
Fotografia tirada em minha viagem para a Serra da Canastra, em São Roque de Minas, nascente do Rio São Francisco (nosso "Velho Chico"). Na foto estou com as amigas Luciere Xavier e Mayra Carolin.
Nenhum comentário:
Postar um comentário